Libertad Financiera: ¿Mito o realidad?

Muchos escuchamos sobre la libertad financiera. Desde el momento en que empezamos a generar nuestro propio dinero se abre un mundo completamente diferente al que conocíamos antes. Esto ocurre por el simple hecho de que empiezas a enfocar tu tiempo y tus esfuerzos en varias tareas que al final son premiadas con dinero.

Cuando somos jóvenes no nos damos cuenta del esfuerzo gigante que hacen nuestros padres para que no nos falte nunca nada y para que cada centavo que invierten en nosotros sea lo más productivo. Y este preciso punto da inicio con el tema central de este escrito.

¿Realmente somos libres de hacer con nuestro dinero lo que queramos? Muchos dirán que sí, sin embargo, lamentablemente no es del todo cierto.

En el mundo en el que vivimos, donde prácticamente todo tiene un precio, resulta muy difícil, por no decir imposible, considerarse libres de no gastar ni un centavo al día. El factor determinante aquí es la edad, ya que una persona que consiguió su primer trabajo probablemente no tenga las mismas responsabilidades o gastos que tiene un padre o una madre de familia.

En el caso de los jóvenes, tenemos mayor libertad financiera pero menos capacidad para administrar nuestro dinero. En el caso de los adultos independientes es totalmente el contrario: hay menor libertad financiera pero mayor capacidad para administrar los recursos. En ambos casos no existe una libertad financiera plena que permita “despreocuparse” del dinero, sin embargo, las personas que logran tener un balance entre estos dos aspectos suelen ser las personas más exitosas.

Y ustedes se preguntarán: ¿el éxito está ligado a mi libertad financiera? Sin duda.

El éxito se construye cuando estás abierto a aprender sobre lo que sea, sobre todo aquellas cosas que te aburren, y empiezas a capitalizar ese aprendizaje en dinero y experiencias. Si, digo experiencias porque hacen parte del camino al éxito, no existe ninguna persona que sea exitosa y que no haya encontrado trabas en el camino.  Lograr la libertad financiera resulta difícil más que todo por los límites que nosotros mismos nos ponemos.

Lamentablemente existe una idea común en nuestra sociedad que tener un solo trabajo te dará lo suficiente para poder vivir plenamente toda tu vida, lo cual en parte tiene sentido, pero también excluimos la parte más importante que debe tener un ser humano: el tiempo de calidad. Compartir con tu familia, amigos y conocidos debe estar siempre en el tope de tus prioridades.

El trabajo es necesario, no se discute, pero tener más fuentes de ingresos pasivos que complementen tu sueldo mensual te irá llevando poco a poco a tener más espacios dentro de tu vida para compartir tiempo de calidad.

Es entonces donde se empieza a saborear la libertad financiera, cuando los frutos de tu trabajo empiezan a convertirse poco a poco en ahorros para el futuro y tus ingresos pasivos empiezan a cubrir tu estilo de vida. Ojo, llegar a ese puede ser tanto bueno como peligroso. Nunca debemos dejar de aspirar a crecer nuestras finanzas ya que la vida está hecha de pequeños detalles que pueden hacer que pases de la libertad financiera a las ruinas totales.

Recapitulando: ¿Existe la libertad financiera? En una primera capa de pensamiento no, ya que no se consideran muchos factores que nos afectan en nuestro día a día. Mientras que si dentro de tus metas está tener más de un ingreso mensual y seguir conociendo el mercado y el mundo que te rodea, seguramente podrás lograr una cierta estabilidad que te permita decir que eres “libre financieramente”.  

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